La maravillosa fascia

La maravillosa fascia

¿Conoces el tema del tejido fascial?

La fascia es un tipo de tejido conectivo que recubre todo nuestro cuerpo y que se suele confundir con las articulaciones o los músculos.

Cuando se sufre dolor o sensación de rigidez, se le suele atribuir de forma intuitiva a los músculos o a las articulaciones. Sin embargo, la mayoría de las ocasiones estas molestias se originan en un componente de nuestro cuerpo que la mayoría de las personas ni siquiera han oído hablar de ella, y es el tejido fascial.

Este tejido conectivo cubre totalmente todo nuestro cuerpo, los músculos, huesos, vísceras, vasos, nervios, los órganos, todo está cubierto por este tejido. Además, permite el intercambio de sustancias entre las mismas. Este tejido se distribuye a lo largo, ancho y profundo de nuestro cuerpo, con una continuidad tanto anatómica como funcional. Y aunque tiene aspecto de membrana, en realidad está formada por múltiples capas con líquido entre ellas.

Para que el organismo se mueva óptimamente, estas capas deben deslizarse entre sí de forma suave y fluida, y eso solo puede pasar gracias a la intervención de algún «lubricante», en este caso, el conocido ácido hialurónico. Su consistencia y, por tanto, su acción lubricante dependen de la disponibilidad de agua en su entorno.

Cuando tiene agua, el ácido hialurónico se une al líquido elemento y así es menos viscoso, permitiendo un adecuado deslizamiento. Pero si no hay esta agua el tejido fascial se vuelve denso, con la consecuencia de que el cuerpo se vuelve rígido y con dolores.

Además, estudios científicos están demostrando que la fascia es un tejido muy inervado, incluso más que la piel. Posee principalmente receptores del dolor y del movimiento, que pueden disponerse a lo largo del tejido o atravesarlo. Una fascia sana es flexible y suave, y permite un movimiento óptimo, fluido y eficiente.

Sin embargo, cuando se produce un punto de densificación, el aumento de tensión en esa zona se puede transmitir a otros lugares del cuerpo, debido a la continuidad anatómica. Es normal, por ejemplo, que te duela la planta del pie, y que el problema esté en otro punto del cuerpo donde la fascia está totalmente densificada, por ejemplo, en la espalda.

De ahí la importancia de hacer un buen estiramiento de toda la fascia corporal, para que tu cuerpo tenga, como hemos dicho, un movimiento fluido y eficiente sin dolores. Además, dicha tensión puede afectar el funcionamiento correcto de los receptores nerviosos.

Y si esta circunstancia se mantiene en el tiempo, nuestro cuerpo irá compensando para salir del dolor, con lo que se producirán otras zonas de tensión por todo el cuerpo, poniendo en peligro el movimiento articular, la integridad postural y algunas funciones orgánicas. Con lo que el dolor se puede convertir en crónico. Insisto, de ahí la importancia de mantener nuestro sistema fascial en forma, con estiramientos específicos para ello.

Tejido fascial de pierna
Tejido fascial de pierna

Todo lo blanco que ves, es el tejido fascial que recubre todo tu cuerpo. Imagínate, si sacáramos todo el tejido fascial de repente, tu cuerpo se caería al suelo por no tener ninguna sujeción. Tu esqueleto lo que hace es mantener los músculos sujetos a él. Pero el tejido fascial es lo que hace que podamos estar de pie. A que no te lo imaginabas. Imagínate todo ese tejido engarrotado casi cristalizado, apenas te podrías mover. Y además con fuertes dolores por no tener suficiente movilidad.

Tejido fascial de pierna

Tejido fascial en forma

Tejido fascial cuando está en forma

Está ordenado y en equilibrio, funcionando correctamente y sin dolores.

Tejido fascial en baja forma

Tejido fascial cuando está en baja forma y sin movimiento

Tejido desordenado, porque no tiene el suficiente movimiento. Empiezan los problemas de salud, como «dolores crónicos», cansancio excesivo, etc.

Así, que piénsatelo antes de dejar tu cuerpo abandonado. El 99% de tus dolores y achaques físicos, viene de abandonar tu maravillosa fascia.

Bien, si estos temas te parecen interesantes y sientes la necesidad de probar y recuperar tu sistema fascial, te animo a que entres en mi membresía donde aprenderás ejercicios especiales para recuperar tu maravillosa fascia, y, así, eliminar esos dolores que no te dejan vivir como tú quieres.

Recuerda, a más tiempo pases sin ponerla en forma, más engarrotada, más cristalizada y más dolores tendrás, de ti depende.

Y no solamente vas aprender a cuidar correctamente tu fascia, sino que aprenderás yoga correctamente, trabajándolo con respiraciones profundas para ayudarte y progresar mejor en tus ejercicios. Y además estas respiraciones ayudarán a tus órganos a estar más sanos.

Así que si quieres recuperar tu movilidad corporal, y quitar esos dolores tan molestos y estar en forma, te animo a probar. Eso sí, si realmente estás dispuesta/o a recuperarte entra. Si no, no entres, no pierdas el tiempo en algo que no deseas. Recuerda, «vive en un estado bello«.

claudionogalescastano.com

Escrito por

Claudio Nogales Castaño

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